En algún momento de la vida, todos tenemos esos aquellos 5 minutos de cólera, ira, enojo, frustración, o amor, donde hemos dicho algo que luego a sido tomado a mal, que ha sido dicho para alguna persona pero que al final termina afectando a otra, eso creo que me ha ocurrido hoy, así que como medio de catarsis, usaré la forma más sencilla y práctica de desahogarme, solo que esta vez lo haré por medio de la poesía.
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En un momento de locura
una cosa mencionaste
mas mi respuesta en travesura
ni siquiera soportaste,
alegando como excusa
que no estabas para el juego
que era culpa de la intrusa
que te puso como el fuego.
Que culpa tengo de tu enojo
que del cuello sosterme
como botella de vino rojo
quieras por un rato mantenerme,
has eso que deseas
pero a aquel que te dijo eso
aleja de mi las fieras
librame de ese peso.
Más como un niño me consideras
por que dices que ando jugando
y desprecias mis palabras
por que te paro hartando,
si no quieres escucharme
ni saber lo que digo
del face debes bloquearme
si ya no puedes conmigo.
De mi, para ti.
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